lunes, 25 de noviembre de 2019

La condición del cristiano.


La condición del cristiano.




“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no práctica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”
                                                                                   1Juan 5:18

                                                                                  

Dios a través del profeta Oseas protesta contra Israel pues a causa de no tener el conocimiento correcto fueron destruidos y lo más triste es que no fue porque no tuvieran acceso al conocimiento sino por el contrario fue porque lo desecharon Oseas 4:6.

El apóstol Pedro nos advierte de no caer en este error y nos apunta en la dirección correcta al decirnos que aunque ahora a causa de la obra del diablo y el pecado todo se ve oscuro ¡no desechen el conocimiento!

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” 2 Pedro 1:19

El texto de 1 Juan 5:18-21 nos encara con la realidad y contrario al padre de mentira que se ha esforzado para que el pueblo de Dios desestime el conocimiento. Siguiendo fabulas y a hombres antes de lo que enseña la bendita palabra de Dios.
¡El cristiano es alguien en quien tiene que haber conocimiento bíblico!

 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;  Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” En Proverbios 1:7

¡Y Despreciar el conocimiento de Dios es de insensatos!

Juan da por un hecho que el cristiano “sabe” y lo repite tres veces para que no quede dudas el cristiano debe de conocer lo concerniente a la vida eterna y aunque se puede caer en el error de pensar, cuando hablamos de vida eterna es hacia el futuro cuando la realidad es que la vida eterna es desde que aceptamos a Jesús como nuestro único y suficiente salvador. Juan dice “ahora somos hijos de Dios” 1 Juan 3:2

Que supone el apóstol Juan que el creyente de todo tiempo sabe…


Sabe que es un hijo de Dios que anda en santidad  y Jesús lo guarda del mal y aunque el diablo es real el cristiano al ya no estar bajo el poder del pecado el diablo no tiene poder sobre él aunque lo va a intentar.                                                                                                                                                                

 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” 1Juan 5:18 


A - ¿Quién es el que ha nacido de Dios?

Cuando por fe aceptamos a Cristo como nuestro único y suficiente salvador.

“pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” Gálatas 3:26

No es un nacimiento físico, sino espiritual.

“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:12

Todavía no se ha manifestado en su totalidad la nueva naturaleza es cuando nuestros cuerpos sean transformados, pero ya hoy y desde el momento que lo recibimos como Señor y Salvador ¡nacimos como hijos de Dios!

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”
 Juan  1 Juan 3:2

El apóstol pedro dice en cuanto a nuestra naturaleza al haber sido engendrado por Dios participante de la naturaleza divina.

 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”  2 Pedro 1: 3-4

Pablo dice que en Cristo “en Él” las promesas de Dios son una realidad en el creyente

“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.”    2 Corintios 1: 20

B - El que es nacido de Dios no continúa en el pecado. Esto no se refiere a que un hijo de Dios nunca peca, sino, que no practica el pecado.

 Un hijo de Dios aunque renovado en su hombre interior en la carne no ha sido renovado y pueda sentirse atraído hacia alguna debilidad, no es esclavo del pecado ya no lo gobierna puede sentir la atracción pero no está bajo el poder del pecado en la medida que se santifique “se aparte del pecado y busque la voluntad de Dios para su vida bajo la guía y poder del Espíritu Santo , Dios le guardara en Cristo.

Vamos a ilustrarlo de la siguiente manera:

I – La posición del cristiano.
II – La condición del cristiano.

En el momento en que aceptamos el don de la salvación por medio de la fe en cristo Jesús, nuestro viejo hombre fue crucificado con cristo y así como el resucito nosotros resucitamos en novedad de vida 2 Corintios 5:17 dice que somos nuevas criaturas andamos en novedad de vida porque el viejo hombre ya fue crucificado “tiempo pasado”

I – La posición del cristiano.

Nuestra posición en Cristo no es algo deba de alcanzar el creyente, porque Cristo ya lo hizo el cristiano no debe de pensar que es algo no realizado por los impulsos que siente hacia pecar debemos entender que hemos sido vivificados en el espíritu… pero, continuamos en este cuerpo no regenerado y mientras así sea la carne querrá pecar Efesios 4:22 entonces:

A – Nuestro viejo hombre ya fue crucificado.  Tiempo pasado, ya fue realizado en Cristo… no es mérito nuestro ni tampoco podíamos porque estábamos muertos en delitos y pecados

 “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” Romanos 6:6

 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2:1

B –  en el momento del nuevo nacimiento fuimos despojados del viejo hombre que fue crucificado en Cristo y  fuimos revestidos del nuevo “en Cristo” al ser un proceso “se va renovando”

“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”  Colosenses 3:9-10

C – La escritura nos insta a que por la fe vivamos lo que por medio del sacrificio de Cristo ¡ya recibimos!

 “porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” Gálatas 3:27 

II – La condición del cristiano.

El creyente debe apropiarse de lo que cristo hizo ya en la cruz y que el apóstol Pablo nos recuerda que el pecado ya no se puede enseñorear de nosotros porque el viejo hombre ya fue crucificado y al ser engendrados en Dios y participantes de la naturaleza divina ¡No en cuanto a la deidad! sino, en cuanto a su carácter santidad, justicia:

“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23 

A -  Como consecuencia de la muerte expiatoria, la adopción y siendo participes de la naturaleza divina por la fe el pecado ya no se enseñoreara de nosotros Romanos 6:14 esto quiere decir que el pecado no tendrá más poder sobre nosotros, que el que nosotros le permitamos pues no somos esclavos del pecado, sino, de la justicia romanos 6:17-18

Primero adquirimos el conocimiento luego nos apropiamos de lo que el conocimiento nos revela de ahí las palabras del apóstol Pablo:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efe 4:22-24

B –  Nuestra condición como cristiano  hace más de dos mil años que Cristo la pago; ahora nosotros lo que debemos es apropiarnos de lo que ya Cristo hizo por nosotros por la fe, pero no en nuestras fuerzas, sino en los méritos de Cristo pero debemos tomar una decisión si servimos al pecado o servimos a Dios en Cristo

“sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”   Romanos 13:14 

El apóstol Pedro nos aclara que somos participantes de la naturaleza divina

 “por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina” 2 Pedro 1:4a 

C -  Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

Como hijos, Dios nos guarda en la medida que  nos guardemos para su Él.
Lo que Dios hizo en nosotros internamente en Cristo y lo que nosotros hagamos bajo la dirección y poder del Espíritu Santo ya el diablo no va a tener poder sobre nosotros pues somos simiente santa

“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. Juan 17:15 

Conclusión:
El nuevo nacimiento no es solo un acontecimiento estático cuyo fin es el de introducirnos a la familia de Dios.
Además de este acontecimiento antes mencionado y de gran relevancia adquirimos el estatus de hijos de Dios no en deidad pero si en naturaleza, por lo cual en sí mismo denota un proceso gradual entendiendo el concepto de posición y experiencia en Cristo.

Nuestra posición: es de hijos de Dios en Cristo somos preservados del mal y de las consecuencias del mal al habérsenos imputado las justicias de cristo.
Naturaleza que todavía no se ha manifestado a plenitud pues al día solo hemos sido regenerados en nuestro hombre interior, pero sabemos que cuando Cristo regrese por nosotros seremos transformados y seremos como él.

Nuestra experiencia: mientras permanezcamos en este cuerpo y aunque el diablo no nos puede tocar, hay una realidad a causa de la debilidad de nuestro cuerpo “aun no regenerado” nuestra naturaleza adámica como el diablo intentaran frustrar la obra de Dios en nosotros y solo pasara lo que nosotros permitamos pues el Espíritu Santo que mora en nosotros nos capacita en la medida en que se lo permitamos Pablo lo dice de esta manera:

 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.  Gálatas 2:20 

De ahí la importancia de la santidad en la vida del creyente para reflejar la verdad en su interior si apelamos a las palabras del Señor cuando dijo:

 “No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.”  Mateo 7:15

 ¿Estamos dando frutos de arrepentimiento? O continuamos cediendo terreno a nuestro “viejo hombre”


Si este mensaje ha sido de bendición para tu vida, te invito a compartirlo, también me gustaría saber de usted y tener el privilegio de orar por ti..

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