viernes, 2 de octubre de 2020

Como andar en santidad.

 Como andar en santidad.

 

Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Colosenses 1:1-2)

 

Pablo se dirige a personas que viven en Colosas  pero en esta carta no se dirige a todo el pueblo de Colosas, sino, “a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas”

Lo que aquí se escribe es para “los santos y fieles en Cristo”

Donde se deduce que no está dirigido a personas no regeneradas, pérdidas en delitos y pecados, sino, que se refiere a la iglesia de Cristo que se encuentra en Colosas y aplicable a nosotros hoy.

¿Por qué redundo en este aspecto?

R/ históricamente cuando la biblia habla de pecado dirigimos nuestra mirada “a los del mundo, muertos espiritualmente” y en el mejor de los casos ¡se refiere al hermanito(a)!… pero no a mi porque soy un redimido, salvo y santo”


1 – Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros

Pablo les habla a los “santos y fieles” ¡Si a usted!

Andar por fe no es solo tener paciencia y confianza en la promesas de Dios en medio de las tribulaciones, sino también, creer en las promesas de Dios en cuanto a nuestra regeneración para poder andar en victoria y santidad en medio de.

 

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.  (Colosenses 3:5-7)”

(Romanos 6:11-14) “Así también vosotros consideraos muertos al pecado” donde la palabra consideraos e traduce de la palabra griega logízomai  además de “considerar” también se refiere a  “dar por cierto, disponer”

Cuando Pablo habla de que nos debemos considerar muertos, no es un pensamiento vago sino una realidad espiritual… estamos muertos al pecado, el pecado no tiene poder sobre nosotros y si es cierto la carne se quiere revelar, pero nos podemos parar firmes ‘Hemos sido librados del poder del pecado para poder servir a Dios (Romanos 6:18)

“Haced morir” Si bien pueda ser que ya no practicamos dichos pecados, todavía hay impulsos que nos quieren hacer retroceder… pero la buena nueva es que podemos desarraigar dichos impulsos entendiendo, aceptando y creyendo que el pecado no tiene poder sobre nosotros pues Dios nos ha libertado en Cristo.

 

“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.

Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia?  (Romanos 6:11-14)

 

Cuando Pablo nos dice “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros”  “cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”  se entiende  “Porque hemos muerto al pecado” (Romanos 6:2)

Tenemos claro que a los creyentes se nos impute la justicia de Cristo, pero esto fue posible porque nuestra pecaminosidad se le imputaron a Cristo (Colosenses 2:14) las consecuencias a causa de nuestro pecado Dios Padre las cargo en Cristo y su muerte fue el pago (Romanos 3:23) por tanto el pecado ya no tiene poder sobre nosotros

“Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley” (1Corintios 15:56)

No estamos bajo la Ley porque Cristo cumplió los requerimientos de la ley en cuanto al pecado y no estamos bajo el dominio del pecado porque hemos muerto al pecado en Cristo.

¿Entonces porque no vivo como Cristo vivió? ¿Por qué siento atracción al pecado todavía?

Efesios 2:1 dice que él nos Dios vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados. Lo que debemos discernir es que clase de vida nos dio pues a la verdad estábamos vivos y porque estábamos vivos escuchamos el evangelio… entonces debemos concluir que se trata de otro tipo de vida y si en (Efesios 6:2) nos dice que “nos ha sentado en lugares celestiales con Cristo” que esa vida que nos dio es espiritual y es donde pablo (Romanos 7:19-25) se encuentra con el dilema que en el espíritu quiere agradar a Dios, pero en la carne quiere agradar al pecado y esto lo entendemos porque nuestro cuerpo carnal no ha sido regenerado adquirimos en Cristo una nueva naturaleza regenerada, pero la plenitud de esta nueva naturales será hasta que se manifieste Nuestros Señor y Salvador en su segunda venida.

Si hay una lucha nuestra carne se quiere revelar pero consideremos esto:

-       La consecuencia de pecar de acuerdo a la ley es la muerte… En Cristo hemos muerto como consecuencia de nuestros pecados.

 

-       El poder del pecado es la ley que nos condena… En Cristo Hemos muerto,  la ley no tiene poder sobre nosotros por consiguiente el pecado no tiene poder sobre nosotros.

 

2 – Debemos comportarnos como quienes han muerto al pecado


“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:8-10)


A - ¡Dejad!

Pablo en el versículo 8 no nos está haciendo una invitación… Si alguno quisiera  ¡No! Sino que de la misma manera que no dejamos seducir por el pecado, sino que hemos muerto al pecado.

Esta novedad de vida se debe reflejar en nuestro carácter y en la sana convivencia tanto con los hermanos como con los de afuera.

Continua Pablo en el verso 9, si bien estamos aun en este cuerpo carnal dado al pecado el cristiano ha sido regenerado.

Con una nueva naturaleza espiritual, el hombre interior espiritual y el exterior carnal.

Pablo nos exhorta a no complacer los deseos de la carne y podemos lograrlo porque hemos sido librados del poder del pecado, por lo cual de la misma manera que renunciamos al pecado y como reflejo de esa decisión que se hizo posible por la fe-

Nos despojamos, renunciamos a las practicas pecaminosas las damos por viejas.

 – Cuando el vestido esta viejo y ya no nos queda, lo desechamos nos lo quitamos con la finalidad de ponernos uno nuevo –

No podemos pretender que somos nuevas criaturas viviendo con nuestro viejo ropaje del pecado.


B – Andar en novedad de vida


“y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:8-10)

La idea de despojarnos del viejo hombre no es para volvernos a vestir con lo mismo con sus mañas.

Por el contrario nos desvestimos del viejo hombre para vestirnos del nuevo y esto de nuevo hombre como dice (2 corintios 5:17) “nueva criatura”  (1 de Juan 3:2) el apóstol Juan nos motiva a seguir adelante en la fe teniendo por hecho que ya somos hijos de Dios y aunque aún no se ha manifestado nuestra naturaleza como hijos de Dios y esto será cuando Cristo se manifieste… somos hijos de Dios y como nueva criaturas nuestro conocimiento en cuanto a nuestro padre debe crecer, no solo en conocimiento, sino también desde ya relacionándonos con él y andar como el anduvo.

El cristiano podríamos decir que no es un producto terminado, como si está completamente terminada y asegurada nuestra redención en Cristo,

Si realmente podemos vivir las promesas de nuestra redención, no deberíamos andar conforme a nuestra vieja naturaleza y aunque la carne se quiera revelar en (1 corintios 10:13) nos consuela las palabras de Pablo en cuanto al cuidado fiel de nuestro Dios en medio de nuestras tribulaciones,

El nuevo creyente es un niño espiritual, necesitado de cuidados y alimentación, pero también hay creyentes que todavía son niños espirituales aun cuando tienen años en los caminos.

Se acuerdan que inicie diciendo que lo que se escribió, se escribió para “los santos y fieles en Cristo”

¡Para nosotros se escribió! Somos redimidos… Sí.

Somos Pueblo de Dios, hijos de Dios… Sí.

Conclusión:

Si usted respondió conmigo que ¡Sí!

Debemos despojarnos de todo lo que nos identifique con el viejo hombre y vestirnos de esa naturaleza que nos fue entregada en el momento en que aceptamos a Cristo como nuestro único y suficiente Señor y Salvador.

No podemos hoy ser el creyente que fuimos ayer, mañana no podemos ser los mismos creyentes que somos hoy.

 

-       Nos despojamos del viejo hombre al hacer morir, pues, lo terrenal en nosotros.

-       Nos vestimos del nuevo hombre cuando andamos como el anduvo…” conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”.

 

“y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Colosenses 3:8-10)

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