LA IMPORTANCIA LA ORACIÓN.
Porque el cristiano ha de considerar
importante orar.
Nuestra voluntad está subordinada al
conocimiento que tengamos sobre el asunto en lo que debamos tomar una decisión.
Entonces para que tomemos la decisión o no en
cuanto a la oración debemos de discernir él porque debemos orar ¿porque es
importante la oración en el cristiano?
En el sexto capítulo de Efesios, en el
versículo 18, leemos palabras que ponen una enorme importancia en la oración
con una fuerza abrumadora: "orando en todo tiempo con toda oración y
súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos".
Cuando nos detenemos a evaluar el peso del
significado de estas palabras y notamos la conexión que tienen, la conclusión a
le que podemos llegar es: "Debo orar, orar, orar. Debo poner toda mi
energía y todo mi corazón en la oración. Independientemente de lo que haga
además de orar debo orar”
Pero…
I -
¿Por qué es importante orar?
1 -
¿Por qué es importante orar?
R/ Porque hay un diablo.
El contexto de Efesios 6:18 me declara contra
quien es realmente nuestra lucha.
2 -
¿Por qué es importante orar?
R/ Es el medio por el cual presentamos
nuestras peticiones.
La falta en ver en nuestras vidas, familias y
ministerios nuestras necesidades
solventadas a menudo es por la falta de oración.
1Juan 5:15
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
3 -
¿Por qué es importante orar?
R/ Es el medio que Dios ha señalado para
recibir ayuda en tiempos de necesidad.
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono
de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro.” Hebreos 4:16
4 -
¿Por qué es importante orar?
R/La oración en el nombre de Jesucristo es la
que él ha señalado a sus discípulos para obtener plenitud de gozo.
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre;
pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” Juan 16:24
“Me mostrarás la senda de la vida;
En tu
presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.” Salmo
16:11
II -
Como orar
11.2-13 Estos versículos enfocan tres
aspectos de la oración:
1 - Su contenido (11.2-4)
Padre (griego: pater) nuestro que estás en los cielos, santificado (griego:
hagiastheto – sagrado) sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestros pecados, porque
también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal. (griego:
peirasmon– prueba, juicio).
2 Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre
nuestro que estás en los cielos; sea tu nombre santificado Venga tu reino. Sea
hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
3 El pan nuestro
de cada día, danos lo hoy. 4Y perdónanos nuestros pecados, porque también
nosotros perdonamos á todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del malo 11.1-4 Note el orden en esta oración.
Primero, Jesús alaba a Dios; luego, presenta sus peticiones. Alabar primero a
Dios nos ubica en el marco adecuado para pedir por nuestras necesidades. Por lo
general, nuestras necesidades se parecen a una lista de compras antes que a un
diálogo con Dios.
A – “Padre”
(griego: pater) (v. 2). En el lenguaje de Jesús, la palabra para padre es abba,
pero Lucas usa la palabra griega, pater. Ambas palabras se alejan de la norma
judía en cuanto al trato del nombre de Dios. El nombre hebreo para Dios es YHWH
o Yahweh. El pueblo judío está tan preocupado con la posibilidad de profanar el
nombre de Dios que, en vez, utilizan la palabra adoni, que significa “mi Señor”
(Lockyer, 427).
B – “Sea
tu nombre santificado (griego: hagiastheto –
sagrado)”
(v. 2). Uno de los diez mandamientos prohíbe usar el nombre de Dios
en vano (Éxodo 20:7). La ley del Tora prohíbe jurar falsamente con el nombre de
Dios (Lev. 19:12) o profanar el nombre sagrado de Dios (Lev. 21:6; 22:2;
22:32). Los Salmos mencionan el nombre sagrado de Dios (30:4; 33:21; 97:12;
103:1; etcétera) – el gran y maravilloso nombre de Dios (99:3) – exaltando el
nombre de Dios (138:2) – y bendiciendo el nombre sagrado de Dios (145:1, 21).
C – “Venga
tu reino” (v. 2). Esta petición está unida a “sea tu
nombre santificado.” El reino de Dios es el lugar donde el nombre de Dios
permanece sagrado y donde es venerado. Cuando dejamos que Dios sea rey en
nuestras vidas, veneramos su nombre y permanece sagrado.
D – “El
pan nuestro de cada día, danos lo hoy” (v.
3). Jesús les enseña a los discípulos acerca de la oración y les recuerda de la
relación apropiada con Dios. La petición para el pan de cada día recuerda al
maná, que Dios daba a diario y que no se podía guardar excepto el sábado (Éxodo
16). El maná les recordaba a los israelitas de su dependencia diaria en Dios
para proveerles con las necesidades básicas de la vida.
E – “Y
perdónanos nuestros pecados” (4ª). En Mateo, Jesús les
enseña a los discípulos a orar, “Y perdónanos nuestras deudas” (griego:
opheilemata) (Mateo 6:12). En Lucas, Jesús les enseña a los discípulos a rezar,
“Y perdónanos nuestros pecados” (griego: hamartias). Jesús habla de “pecados”
para explicar las maneras en que ofendemos a Dios, pero usa “deudas” para
explicar las ofensas que experimentamos en relación a los demás (v. 4b).
F – “Porque
también nosotros perdonamos á todos los que nos deben”
(griego: opheilonti) (v. 4b). El pueblo judío conoce el tema de perdonar deudas.
Mientras que la ley prescribe “ojo por ojo” (Éxodo 21:23-24; Lev. 24:19-20),
también requiere el perdón de las deudas en años sabatinos y de júbilo (Lev.
25:23-28; Deuteronomio 15:1-5).
G – “Mas
líbranos del malo” (v. 4c). Jesús experimentó
la tentación en el desierto (4:1-13). En otro momento de juicio, Jesús rezará,
“Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; empero no se haga mi voluntad, sino
la tuya” (22:42) – pero el vaso no pasará. Frecuentemente, cristianos pasan por
tribulaciones. Al escribir este Evangelio, la iglesia de Lucas se encuentra
bajo persecución. Hoy, cristianos son perseguidos y martirizados por su fe en
muchas partes del mundo. Haríamos bien en rezar para que Dios dejara pasar
nuestro vaso.
2 -
Nuestra persistencia Lucas (11.5-10)
5Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá
un amigo, é irá á él á media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,
6Porque un amigo mío ha venido á mí de camino, y no tengo que ponerle delante;
7Y el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta está ya
cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte? 8Os
digo, que aunque no se levante á darle por ser su amigo, cierto por su (griego:
autou) importunidad (griego: anaideian) se levantará, y le dará todo lo que habrá
menester.
A – “No
me seas molesto” (v. 7). Cualquier padre puede
comprender la aversión del vecino. ¿Quién sabe cuánto tiempo llevará calmar a
los niños para que se duerman de nuevo después de ser despertados? Sin embargo,
las expectativas sociales son tan fuertes que la preocupación de este hombre
sobre sus hijos parece trivial en comparación (Nolland).
B – “Por
su importunidad (griego: ten anaideian autou – la
persistencia de él). La interpretación de este pasaje depende de estas palabras
– ten anaideian autou. Hay dos cuestiones aquí: Primero, ¿qué significa
anaideian? Segundo, ¿a quién se refiere autou – al dueño o al vecino?
• Ken Bailey dice que anaideian tenía dos
significados entre cristianos – la falta de vergüenza y la insistencia. Sin embargo,
en la versión griega LXX del Antiguo Testamento tanto como en literatura griega
secular, solo tenía un significado – la falta de vergüenza.
• El hecho de que esta parábola es seguida
por el pasaje de “Pedid… buscad… y llamad” (vv. 9-13) favorece la interpretación
que la falta de vergüenza del dueño al pedir ayuda es lo que salva el día.
“Pedid… buscad… y llamad” suena como alentar a insistir.
3 -
La fidelidad de Dios (11.11-13).
9Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y os será abierto.10Porque todo aquel que pide, recibe; y el
que busca, halla; y al que llama, se abre.11¿Y cuál padre de vosotros, si su
hijo le pidiere pan, le dará una piedra?, ó, si pescado, ¿en lugar de pescado,
le dará una serpiente? 12O, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión?
13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo á los que lo
pidieren de él?
“Pedid… buscad… y llamad” (v. 9). Los verbos
están en el presente, lo cual sugiere una acción continua de pedir, buscar, y
llamar.
“Porque todo aquel que pide, recibe” (v. 10).
Jesús parece sugerir que Dios aprobará personalmente cada pedido, pero nuestra
experiencia sugiere otra cosa. Además, Jesús rezó una oración que quedó sin
contestar (22:42). Recuerde que Jesús nos ha enseñado a dirigirnos a Dios como
Padre. Un Padre cariñoso escucha al niño, pero no acepta ciegamente cada
pedido. El hacerlo complacería al niño de forma inmediata, pero esto crearía
problemas a la larga. En vez, el Padre cariñoso provee lo necesario, incluyendo
límites y disciplina. La referencia al Espíritu Santo en v. 13 pone un énfasis
espiritual sobre pedir y recibir.
“¿Y cuál padre de vosotros?” (v. 11). De
nuevo, el movimiento va de menor a mayor. Si padres terrenales responden
favorablemente a los pedidos de sus hijos, podemos esperar que el Padre
celestial responda de una manera aún más favorable.
“¿Cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo á los que lo pidieren de
él?”(v. 13). Mateo 7:11 presenta a Jesús
prometiendo cosas buenas a los que las piden. Lucas presenta a Jesús
prometiendo el Espíritu Santo.
Por supuesto, la persona que pide pan puede
preferir el pan al Espíritu Santo. El entendimiento de nuestras necesidades es
a menudo superficial. El Dios que nos creó conoce nuestros límites y provee lo
necesario. Esto incluye ambos el Espíritu Santo y nuestro pan de cada día.
III
- Bendiciones de la oración.
La historia de la Iglesia ha siempre sido una
historia de dificultades serias por superar.
La Oración en el medio por el cual Dios se
glorifica.
A – Gozo.
Juan 16:24
Salmos 16:11
B – Libertad de la ansiedad.
Filipenses 4:6-7
C – para obtener el poder y dirección en
medio de las pruebas y circunstancias.
Lucas 11:13
Mateo 7:11
Hechos 4:31
D – Crecimiento espiritual
- El
pecado es traído a la luz. Salmos 139:23-24
- Dios
perdona. Salmos 51:2
- Sabiduría. Santiago 1:5
E – La oración trae poder y provisión a
nuestras vidas.
- Lucas
11: 13
- Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de él?
F – trae la conversión de otros.
Hechos 2:42-47
1 Timoteo 2:3-4.
G - Trae bendición a la iglesia.
Salmos 119:126 Tiempo es de actuar, oh Jehová,
Porque
han invalidado tu ley.
“El Señor puede obrar por juicios que
derriban las fortalezas del enemigo o por avivamientos que construyen los muros
de su propia Jerusalén” (Spurgeon).
El demonio odia a la Iglesia y busca por
todos los medios detener su progreso; por doctrina falsa ahora, por división
como consecuencia, por corrupción de la vida interna. Pero a través de la
oración puede abrirse un camino puro a través de todo. La oración desarraigará
la herejía, aliviará el desentendimiento, alejará los celos y rencores,
arrasará con las inmoralidades y traerá la marea completa de la gracia
resucitada de Dios.
IV –
Jesús y la oración
1 - La oración ocupo un lugar destacado en
la vida terrenal de nuestro Señor Jesucristo.
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy
oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” Marcos 1:35
“En aquellos días él fue al monte a orar, y
pasó la noche orando a Dios.”
Lucas
6:12
2 -
¡Orar es la parte más importante del actual ministerio de Nuestro Señor
Resucitado!
– “Por
lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos.” Hebreos 7:25
Conclusión:
Para el cristiano practicar la oración no
solo ha de ser de suma importancia , sino, un anhelo profundo del alma de
relacionarse con su padre celestial
I – “Por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos.” Hebreos 7:25
II - “Porque el que santifica y los que son santificados,
de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos” Hebreos
2:11
III - Sal 40:17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová
pensará en mí.
Mi ayuda
y mi libertador eres tú; Dios mío, no te
tardes.
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