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sábado, 14 de julio de 2018

La existencia de Dios.


La existencia de Dios.

Un asunto de la razón y de la más profunda devoción religiosa.

(Hechos 17:16-34)
Pablo en Atenas
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían. Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto.  (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.)

Pablo se dirige al Areópago
Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.(A) Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo salió de en medio de ellos. Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.



Los epicúreos creían en la libertad del goce de los placeres como esencia de la felicidad, rayando el Hedonismo (satisfacción del yo, sin considerar a los demás), pero controlados por la razón. También creían en los seres espirituales representado en los dioses, pero que estos no tenían interés en la raza humana, así que permanecían lejos de los hombres. El alma del hombre era "real", material (representado por átomos) y que al momento de la muerte se disolvía, dejaba de existir, en pocas palabras no había inmortalidad o vida después de la muerte, menos resurrección.


Los estoicos eran mas sapienciales y racionales. tenían un alto concepto de la ética como forma de vida y la espiritualidad la veían de forma panteísta (que Dios estaba en todo y en todos). A diferencia de los epicúreos, dominaban las pasiones y soportaban de forma serena el sufrimiento (de ahí la frase "sufrió estoicamente"). su alto concepto de la sabiduría y el bienestar, los hizo mas populares en Roma, llegando a tener en sus filas a altas personalidades que adoptaron estas creencias, como el filosofo Séneca, tutor de Nerón.


El apóstol Pablo les hablo de resurrección, inmortalidad, de un Dios personal e interesado en la humanidad, por lo que fue chocantes para muchos, rechazándolo con mofas. las corrientes que el apóstol quiso confrontar, solo podían ser hechas por una persona que conociera el entorno cultural y las líneas de pensamiento de sus interlocutores.; produjo una discusión inteligente con astucia, y ante las afirmaciones de sus aseveraciones, los demás no pudieron contrarrestar, convirtiendo a algunos pocos, pero importantes; como Dionisio, quien a posterior, según la tradición, fuera obispo de la iglesia de Atenas.
Conocer al Dios invisible es un gran reto para el espíritu humano. Muchos se acobardan ante él. Otros no quieren conocer a Dios porque ello supondría tener que cambiar su vida. Quién dice que la pregunta acerca de Dios carece de sentido, porque no se puede resolver se lo pone demasiado fácil.
La existencia de Dios es la verdad fundamental de la religión, el punto de partida. No tendría siquiera sentido hablar de la fe, de la religión o del dogma sin antes dejar sentada esta verdad. La razón humana, con su sola fuerza, sin ayuda de lo sobrenatural, puede llegar a demostrar la existencia de Dios, y a deducir muchas de sus perfecciones.
Ciertamente no podemos comprender a Dios, pues siendo infinito, no puede abarcarlo el limitado entendimiento humano; pero podemos conocerlo.

1 -  “¿existe Dios?”
Nuestra respuesta para esta pregunta hace mella en cómo miramos el mundo, cómo nos comportamos, y lo que esperamos para el futuro.
Si Dios existe, entonces probablemente somos responsables ante este Dios. El universo puede tener significado y propósito. Además, nuestra propia existencia no puede cesar en la muerte física. Si Dios no existe, sin embargo, entonces estamos probablemente aquí por casualidad y no somos responsables para algún ser trascendente. Esta vida puede ser todo lo que tenemos, así es que viva su vida en lo que considere oportuno y disfrútela.
Tradicionalmente, ha habido cuatro argumentos principales para la existencia de Dios: (1) el argumento cosmológico; (2) el argumento teleológico; (3) el argumento ontológico; Y (4) el argumento de la ley moral. Abajo hay explicaciones de cada uno de los argumentos y respuestas comunes hacia ellas.

A - EL ARGUMENTO COSMOLOGICO (Estudio del universo)

El Argumento Cosmológico es también conocido como el "Argumento de la Primera Causa". Es un argumento filosófico a favor de la existencia de Dios, el cual explica que todo tiene una causa, que debe haber existido una primera causa, y que esta primera causa no se ocasionó a sí misma. Se refiere a un conjunto de argumentos o patrones de pensamiento que nos llevan concluir que Dios es real por la observación de que las cosas que nos rodean nunca existen a menos que algo más las haga existir. Así que el argumento cosmológico nos hace pensar en Dios como causa generadora o fuente iniciadora de cosas y sucesos, ya que no puede haber una serie infinita de cosas que hagan existir lo que nos rodea.

Este argumento va del efecto a la causa. Todo lo que comenzó, debe su existencia a una causa que es igual a la producción. Vemos el mundo en el que vivimos, y nos preguntamos cómo llegó a existir. ¿Se originó por sí solo? o ¿está la causa de su existencia fuera de sí mismo? Que no pudo llegar a su existencia por si solo es obvio, así como tampoco una computadora y papel por si solos pueden componer un libro. La Biblia dice que toda casa es construida por algún hombre. (Mateo 7:24-27). Así es con el universo. El universo debe su existencia a una causa.
El universo es un fenómeno o un efecto que no siempre ha existido y que indica una causa adecuada. El argumento cosmológico presenta evidencia de que Dios existe y que es la Primera Causa de todas las cosas.
Existen cuatro teorías que han sido propuestas por filósofos y metafísicos en cuanto al origen del universo material:
·         1. que la constitución de la naturaleza es eterna y que sus formas han existido siempre.
·         2. que la materia ha existido siempre, pero su constitución presente y su forma han estado sujetos a un auto-desarrollo, lo cual era la creencia de Epicuro, y es también la creencia del ateo moderno.
·         3. que la materia es eterna, pero su clasificación presente y su orden son la obra de Dios, como enseñaban PlatónAristóteles y muchos otros.
·         4. que la materia es una cosa creada, habiendo sido traída a la existencia de la nada por el poder engendrador de Dios, lo cual es la revelación bíblica.
La última de estas cuatro filosofías no debe ser confundida con la noción imposible que el universo ha evolucionado por sí solo de la nada. Su declaración es que Dios por su infinito poder ha causado que la materia inexistente exista. Está escrito: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gn. 1:1), y,"... de modo que lo que se ve fu e he eh o de lo que no se veía" (He. 11:3).
Leland ha declarado: "Pocos, si algunos, de los antiguos filósofos paganos reconocieron que Dios es, en el más propio sentido, el Creador del universo. Al llamarlo... "el Arquitecto del universo", ellos no querían decir, que Él lo trajo de la inexistencia a la existencia, sino solamente que Él lo fabricó demateriales prexistentes, y lo dispuso en una forma y orden regular" (La Necesidad de la Revelación, citado por Watson, Insitutos, I, 274).

El Argumento Cosmológico para la existencia de Dios es de esta manera: "El mundo no podría existir por sí mismo así que debe haber existido una causa primaria que lo hizo existir. Esta causa primaria es Dios. O viéndolo de otra manera, el universo no podía simplemente haber existido por sí mismo – alguien o algo lo debió haber creado. Esta causa del universo es Dios".

·         E. Conclusión:
¿Qué dice la Biblia? La Biblia nos dice, desde el primer verso mismo, que Dios creó el universo. "En el principio Dios creó los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). "Jehová hizo los cielos" (1ra de Crónicas 16:26). Sabemos que Dios mismo no es una parte física del universo. 2da de Crónicas 2:6dice: "…los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo". También sabemos que "Jehová, el Dios eterno" (Génesis 21:33) es eterno e infinito. "Él señorea con su poder para siempre" (Salmo 66:7). La Biblia nos enseña muy claramente que Dios es la Primera Causa no ocasionada, el cual creó al universo por Su propia voluntad.
El Argumento Cosmológico es consistente con el relato bíblico del principio del universo y de la "Primera Causa". Sin embargo, es sólo uno de muchos indicadores y evidencias que apuntan a la existencia de un Dios Creador, como lo revela la Biblia.

EL ARGUMENTO TELEOLOGICO

·         El Argumento Teleológico es también conocido como "El Argumento del Diseño". Es el argumento sobre la existencia de Dios que se basa en la premisa de que existiría una evidencia percibida de un mundo y un universo "diseñado". Se basa en aquellos aspectos del mundo que al ser complejos, parecen haber estado diseñados; y que en consecuencia, parecen obedecer un objetivo o una finalidad de un ser inteligente.
El principio del Argumento Cosmológico es el fundamento sobre el cual El Argumento Teleológico se edifica. Este argumento procede a establecer, a través de evidencia racional, la inteligencia y el propósito de Dios, manifestados en el designio, la función, y la consumación de todas las cosas en la creación. Declara que un diseñador debe existir ya que el universo y las cosas vivientes exhiben marcas de diseño en el orden, consistencia, unidad y modelo de cada uno de ellos. Por esto, deben haber sido diseñado por un gran Diseñador o Dios. El argumento teleológico no podría ser mejor expresado que como aparece en las palabras del salmista: "El que hizo el oído ¿no oirá? El que formó el ojo ¿no verá? El que castiga a las naciones ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?" (Sal.94:9-10). El hecho de la existencia de un diseño, que es demostrado en toda cosa creada, exhibe la inteligencia y el propósito racional del Creador.
Para probar la existencia de Dios, los teístas frecuentemente usan el Argumento Teleológico. Por ende, este argumento sugiere que donde hay diseño, debe haber un diseñador. En una forma lógica, se presenta el argumento de la siguiente manera:
·         1. Si el Universo muestra evidencia de diseño, debe tener un diseñador.
·         2. El Universo muestra evidencia de diseño.
·         3. Por tanto, el Universo debe haber tenido un diseñador.
Hay un gran orden y diseño en el universo (por ejemplo: las galaxias, los planetasanimalesplantas, el cuerpo humano, etc.) Y también sabemos que en cuanto más complejo el diseño, más inteligente su diseñador. Por lo tanto, el diseñador del universo debe ser una persona muy inteligente. Pero ¿por qué deducimos que este diseñador es una persona? Solamente una persona puede tener una mente (con la capacidad de pensar y diseñar.) Una fuerza impersonal no puede pensar ni diseñar nada porque carece de una mente. Así que, este argumento nos indica que el diseñador del universo es un ser personal y muy inteligente.
Una analogía típica de éste, es el "argumento del relojero" ("Watchmaker Argument"), el cual fue dado por William Paley (1743-1805). El argumento es el siguiente: Si Ud. encuentra un reloj en un campo vacío, lógicamente concluirá que este fue diseñado y que no es el producto de una formación al azar. De igual manera, cuando miramos la vida y el universo, es natural concluir que existe un diseñador y que vemos cómo la forma del universo y de la vida, operan perfectamente. El ojo es usado típicamente como un ejemplo de diseño. Este tiene un desarrollo maravilloso; pero para que cumpla su función, deben existir muchas partes convergentes que de forma individual no tendrían función sino que tienen valor sólo en el todo del diseño. Sólo en la total combinación es que éstos exhiben su función completa y esta función se debe al diseño.
·         Conclusión:
Los que no creen en Dios no han pasado por alto esta forma correcta de razonamiento lógico y sus implicaciones. Incluso los incrédulos admiten que no se puede obtener un poema sin un poeta, una ley sin un legislador, una pintura sin un pintor, o un diseño sin un diseñador. Sin embargo, aunque muchos incrédulos admiten que el diseño demanda un diseñador, niegan que exista diseño suficiente en la naturaleza para establecer la existencia de un Gran Diseñador. El desacuerdo entre la persona que cree en Dios y la persona que no cree en Él no tiene nada que ver en absoluto con el hecho que el diseño demanda un diseñador. En cambio, el punto de desacuerdo es si existe o no diseño adecuado en la naturaleza para probar la existencia de un Diseñador. Aquí es cuando el Argumento Teleológico entra en escena.
La Biblia dice en Isaías 40:12-14, 26, que Dios "midió las aguas...pesó los montes...creó estas cosas...las llama por sus nombres". Con esto se nos dice que hubo un plan, una determinación o un propósito al haber hecho cuanto existe. No fue obra de la casualidad. La creación fue hecha con poder y con sabiduría. ¿Quién tuvo esa idea? ¿Quién hizo ese plan? Donde hay un plan, donde hay una idea; donde hay sabiduría, hay persona y esa persona es Dios. (Véase: Romanos 1:18-22, Salmo 104:24)

EL ARGUMENTO ONTOLOGICO

·         2. El Argumento Ontológico es un argumento que intenta demostrar la existencia de Dios mediante la observación o análisis del ser; es decir de lo real. Este argumento es diferente al Argumento Cosmológico y Teleológico; ya que no se basa en la observación del universo como lo hace la cosmología y teleología, sino más bien empleando únicamente la razón, el argumento ontológico razona a partir del estudio de lo que existe.
El argumento ontológico puede ser indicado de este modo: "Dios es el ser inimaginable más grande. Uno de los aspectos de la perfección o de la grandeza es la existencia. De esta manera, Dios existe". O diciéndolo de otra manera – "el hecho de que Dios puede ser concebido significa que él debe existir".
El argumento dice: 
·         1. La idea de un ser perfecto existe. 
·         2. Para ser "perfecto", Dios debe ser más grande que cualquier otro ser que podamos imaginar. 
·         3. Un Dios real sería más grande que uno imaginario. 
·         4. Dios no puede existir solo en nuestra imaginación, pues en ese caso el no sería perfecto. 
·         5. Por lo tanto, Dios debe existir en realidad. 
Este argumento encuentra en la mera idea de Dios la prueba de su existencia. Este argumento dice que la existencia de Dios es asegurada porque la mente humana, la cual ha sido creada por Dios, cree en la existencia de Dios. Es decir, Dios es el Creador de la mente humana, la cual posee este concepto de Dios por voluntad divina.
·         E. Conclusión:
Es por medio de este argumento que llegamos al conocimiento de la existencia del Autor del universo y no por medio de especulaciones abstractas de necesidad. Nunca hubiésemos sabido que El existe, sino por nuestra propia existencia y la de otros seres a nuestro alrededor, y como de ese modo comprendemos que El existe y tiene que existir. (Hechos 17:23-28; Hebreos 11:4-6). El cristiano quien, por sobre todo, reconoce el "así ha dicho Jehová" y está consciente del poder iluminador provisto por Dios, se beneficiará muy poco de los argumentos teístico-naturalistas; sin embargo estos argumentos existen y contribuyen a la teología aquello que la razón facilita. En esta base estos argumentos deben ser considerados por todo estudiante de teología.

EL ARGUMENTO ANTROPOLOGICO

·          El Argumento Antropológico llamado también el "Argumento de la Ley Moral". Es un argumento a favor de la existencia de Dios basado en el reconocimiento que el sentido moral universal del ser humano en cuanto a lo que es correcto y equivocado viene de Dios. (Ver Romanos 2:14-15). Este argumento no es como el cosmológico que contempla el universo entero, o el teleológico que observe el elemento del designio en el universo entero, sino que se restringe a la evidencia concerniente la existencia de Dios, y sus cualidades, que pueden ser notadas por medio de la constitución del hombre. (Salmo 94:9-10)
La conciencia y la naturaleza moral del hombre exige un creador consciente y moral. El hombre tiene una naturaleza moral, esto es, su vida está regularizada por los conceptos de bien y de mal. Sabe que hay un curso recto de acción que debe seguirse y un curso errado que debe evitarse. Ese conocimiento se llama conciencia. Cuando el hombre obra con rectitud la conciencia lo aprueba y aplaude; cuando obra mal lo condena.
·          Hipótesis:
¿En qué consiste el Argumento Moral? En resumen, este argumento dice lo siguiente:
·         1. Las leyes morales existen
·         2. Dichas leyes debieron ser promulgadas por alguna autoridad moral.
·         3. Por lo tanto, debe existir un gran dador moral
Veámoslo más despacio. En todas las culturas existe una noción de lo bueno y lo malo. No hay ninguna cultura que no tenga normas de comportamiento. Todos los grupos reconocen que la honestidad es una virtud, junto con la sabiduría, la valentía y la justicia. Y aun en las tribus más remotas de la jungla, el homicidio, la violación, la mentira y el robo son reconocidos como malos, en todo lugar y en todo tiempo. Surge la pregunta: "¿De dónde vino este sentido de moral?". ¿Quién puso esa moralidad en las personas? Debió ser alguien que tenga el conocimiento exacto de lo que es bueno, y lo que es malo, y ese ser no es otro que Dios. ¿O de qué otra manera pudo el ser humano distinguir entre lo bueno y lo malo? C. S. Lewis mencionó en una de sus obras: "Un hombre no dice que una línea está torcida a menos que tenga alguna idea de lo que es una línea derecha". Es Dios quien proporciona al hombre la idea de una línea derecha.
Las leyes morales existen, y son tan reales y ciertas como las leyes físicas. El hecho de que no podamos medirlas o pesarlas no las hace falsas. Para la humanidad la palabra justicia tiene sentido. Si no existieran leyes morales, la humanidad no existiría como tal: estaríamos reducidos a otra especie animal en la tierra. Palabras como "bueno", "malo", "justo", carecerían de sentido.
Si la moralidad existen en el ser humano, entonces Dios existe, porque Él es quien pone en la conciencia humana el sentido del bien y el mal (Romanos 2:14-15)
Es verdad que puede haber diferencias de opinión sobre qué es bueno y qué es malo; para algunas sociedades ciertas conductas pueden ser aborrecibles, mientras que en otras es normal y hasta deseable. Pero hay otras conductas que, a lo largo de la historia, han sido calificadas como perversas y en contra de la moral (el homicidio, el robo, la violación de un niño, etc.)
·         Conclusión:
De la misma manera, esta ley moral de la cual todos estamos conscientes debe tener una autoridad. Así que la mejor explicación para la existencia de esta ley moral es una autoridad que trasciende al individuo y a las diferentes culturas, o sea, Dios.
El ateo Michael Martin dice que los Cristianos tienen las mismas razones que los ateos para condenar la violación sexual (u otras conductas inmorales): viola los derechos de la víctima, daña la sociedad, etc. De seguro, lo que Martin quiere decir es que los ateos pueden conocer el bien sin Dios – y es cierto. Como todo ser humano está creado a la imagen de Dios, pueden conocer el bien sin conocer a Dios. Sin embargo, eso de ser bueno es otra cosa. Al suprimir la existencia de Dios, el ateo no tiene fundamento para darle valor al ser humano – ni siquiera responsabilidad moral a favor de él. Los Cristianos sí pueden arraigar cosas como los derechos humanos y su dignidad porque entendemos que todos fuimos hechos a la imagen de un Ser supremo y eternamente valioso.
¿Cómo alguien que no cree en Dios explica el hecho de que todos los seres humanos somos igualmente valiosos? Hay gente flaca y gorda; unos más inteligente que otros; otros más bonitos; otros más fuertes. ¿Qué  valor tienen en común todos los seres humanos, si no están todos hechos a la imagen de Dios? No se está hablando de qué es lo que nos separa de los animales, sino qué nos une los unos a los otros.
Personas racionales con valor intrínseco no salen de procesos impersonales, inconcientes, no-guiados y sin valor a través del tiempo. Un Dios personal, conciente de sí mismo, con propósito y bueno provee el contexto natural y necesario para la existencia de personas humanas con valor, derechos y responsabilidad moral. En otras palabras, la personalidad y la moralidad están necesariamente conectados: los valores morales están en nuestra persona. Sin Dios (es decir, sin un Ser personal), ninguna persona – y, por ende, ningún valor moral – existiese. Sólo si Dios existe podemos realizar las propiedades morales.

CONCLUSION FINAL DE LOS ARGUMENTOS RACIONALES:

Cada uno de estos argumentos nos indica qué clase de Dios es el que existe. Cada argumento apunta hacia el Dios de la Biblia. Así que el único candidato para ser el Dios que creó y diseñó el universo, y que puso esta ley moral en nuestros corazones es el Dios de la Biblia. Por último, es importante reconocer que cada argumento tiene sus puntos fuertes y débiles. Creo que la mejor estrategia es utilizar estos tres argumentos en conjunto. De esta manera, el punto débil de un argumento es contrarrestado por el punto fuerte del siguiente argumento. Así podremos hacer una presentación convincente para la existencia de Dios.

Pero la próxima pregunta que debemos abordar es la siguiente: si existe un Creador eterno (y ya hemos demostrado que así es), ¿qué clase de Creador es Él? ¿Podemos inferir opiniones acerca de Él en base a las cosas que ha creado? En otras palabras ¿podremos entender la causa por sus efectos? La respuesta a esto es sí, podemos hacerlo, deduciendo las siguientes características:

• Él debe ser de naturaleza sobrenatural (puesto que Él creó el tiempo y el espacio).
• Él debe ser omnipotente (excesivamente poderoso).
• Él debe ser eterno (auto-existente).
• Él debe ser omnipresente (Él creó el espacio y no está limitado por él).
• Él debe ser eterno e inmutable (Él creó el tiempo).
• Él debe ser inmaterial porque trasciende el espacio y lo físico.
• Él debe ser personal (lo impersonal no puede crear la personalidad).
• Él debe ser infinito y único puesto que no puedes tener dos infinitos.
• Él debe ser plural y sin embargo tener unidad puesto que la unidad y la diversidad existen en la naturaleza.
• Él debe ser omnisciente (supremamente inteligente). Solo un ser cognoscitivo puede producir seres cognoscitivos.
• Él debe tener propósito puesto que creó todo deliberadamente.
• Él debe ser moral (ninguna ley moral puede obtenerse sin un dador).
• Él debe ser protector (o no habrían sido dadas leyes morales).

Siendo ciertas estas cosas, ahora preguntamos si alguna religión en el mundo describe a tal Creador. La respuesta a esto es sí: el Dios de la Biblia se ajusta perfectamente a este perfil. Él es sobrenatural (
Génesis 1:1), poderoso (Jeremías 32:17), eterno (Salmo 90:2), omnipresente (Salmo 139:7), eterno/inmutable (Malaquías 3:6), inmaterial (Juan 5:24), personal (Génesis 3:9), necesario (Colosenses 1:17), infinito/único (Jeremías 23:24Deuteronomio 6:4), plural pero con unidad (Mateo 28:19), inteligente (Salmo 147:4-5), con propósito (Jeremías 29:11), moral (Daniel 9:14), y protector (1 Pedro 5:6-7).
Un último punto por abordar sobre el tema de la existencia de Dios, es el asunto de cuán justificable es en realidad la posición del ateísmo. Puesto que el ateo afirma que la posición del creyente no es convincente, sólo es razonable voltear la pregunta y dirigirla de regreso a él. La primer cosa por entender es la afirmación que hace el ateo – “sin dios,” que es lo que significa “ateo” – es una posición insostenible de adoptar desde el punto de vista filosófico. Como dice el jurista y filósofo Mortimer Adler, “Una proposición existencial afirmativa puede ser probada, pero una proposición existencial negativa – una que niega la existencia de algo – no puede ser probada.” Por ejemplo, alguien puede asegurar que las águilas rojas existen y alguien más puede asegurar que las águilas rojas no existen. El primero sólo necesita encontrar una sola águila para probar su afirmación. Pero el segundo debe peinar el universo entero y literalmente estar en todo lugar al mismo tiempo para asegurarse que él no ha pasado inadvertida ninguna águila roja en alguna parte y en algún momento, lo cual es imposible de hacer. Esto es por lo que los ateos intelectualmente honestos, admitirán que ellos no pueden probar que Dios no existe.

En seguida, es importante entender el problema que rodea la seriedad de las afirmaciones de la verdad que se han hecho, y la cantidad de evidencia requerida para respaldar ciertas conclusiones. Por ejemplo, si alguien pone dos vasos de limonada frente a ti, y te dice que una puede ser más ácida que la otra; puesto que las consecuencias de elegir la bebida más ácida no son serias, no necesitarías una gran cantidad de evidencia para tomar tu decisión. Sin embargo, si el anfitrión le añadiera azúcar a un vaso pero en el otro pusiera veneno para ratas, entonces querrías tener la suficiente evidencia antes de tomar tu decisión. 

Aquí es donde una persona sopesa las evidencias, al tratar de decidir entre el ateísmo y el creer en Dios. Puesto que el optar por el ateísmo podría resultar en irreparables consecuencias eternas, parecería que debiera demandarse del ateo presentar pruebas fundamentales y de peso para apoyar su postura, pero no puede. El ateísmo simplemente no puede presentar la prueba para la evidencia por la gravedad de los cargos que hace. En vez de ello, el ateo y aquellos a quien él convence de su posición, se deslizan a la eternidad con sus dedos cruzados, esperando no encontrar la desagradable verdad de que la eternidad realmente existe. Como dice Mortimer Adler, “Más consecuencias para la vida y la acción se derivan de la afirmación o negación de Dios, que de ninguna otra pregunta básica.”

Así que ¿el creer en Dios tiene una garantía intelectual? ¿Existe un argumento racional, lógico y razonable para la existencia de Dios? Absolutamente. Mientras que los ateos tales como Freud aseguran que aquellos que creen en Dios simplemente quieren el cumplimiento de un deseo, tal vez es Freud y sus seguidores quienes realmente sufren del cumplimiento de un deseo: la esperanza y el deseo de que no haya un Dios, ni a quién entregar cuentas, y por lo tanto tampoco un juicio. Pero refutando a Freud está el Dios de la Biblia, quien afirma Su existencia y el hecho de que verdaderamente vendrá un juicio para aquellos que sabían dentro de ellos mismos la verdad de que Él existe, pero que suprimieron esa verdad ( 
Romanos 1:20). Pero para aquellos que responden a la evidencia de que realmente existe un Creador, Él ofrece el camino de salvación que ha sido logrado a través de Su Hijo, Jesucristo: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13)

Como dijo el obispo José Butler en su Analogía, la evidencia respecto al Dios de la Biblia es lo suficientemente convincente como para echar sobre nosotros una responsabilidad moral. Tenemos que escoger, ya sea por o en contra de Dios. El Dr. Machen acostumbraba decir que es como si estuviéramos en una isla que está pronta a hundirse. Vivimos una vida terrenal que tendrá que terminar. No tendremos argumentos ciento por ciento demostrativos al intelecto, pero estando en tal isla, nos vemos obligados a tomar el mejor pasaje posible al lugar de seguridad más probable. Estamos en un mundo donde el pecado y la miseria abundan. El evangelio cristiano pudiera ser la verdad. La evidencia es bastante poderosa de que somos moralmente culpables si no prestamos atención. En verdad, esta evidencia, comparada con la evidencia en otros asuntos, es abrumadora, tanto que Pablo tiene razón al decir que aquellos que tienen la evidencia y no aceptan la gracia de Dios no tienen excusa.
Es posible que el incrédulo sea convencido y el cristiano sea grandemente ayudado por los argumentos. Pero tenemos mucho más. Tenemos la obra convincente y regeneradora del Espíritu Santo, obrando fe en nuestros corazones (Ef 2:8-10; Flp 2:13). No andamos a tientas, ni seguimos sólo un destello, ni damos un «salto en la obscuridad»; «andamos en la luz» (1 Jn 1:7).

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