Ovejas
postmodernas y no pastoreables
Fue el mismo
Señor que comparó a los creyentes con las ovejas. Sin duda hay muchas especies
animales en el planeta con diferentes comportamientos. La sabiduría de Dios
escogió a la oveja primeramente como la figura de su Hijo Jesucristo, el
cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Pero también quizo
denominar a los creyentes bajo la figura de ovejas, siendo Él el buen pastor:
“Yo soy el buen
pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.” (Juan 109:14).
Si un creyente es
comparado con una oveja es porque el Espíritu Santo, que ha regenerado su
corazón, les da ciertas características propias de este animalito. Yendo al
caso práctico, según un artículo de la BBC de Londres, las ovejas tienen estas
características:
Las ovejas son
animales gregarios (viven en manada), dulces y sensibles, emocionalmente
complejos y muy inteligentes, establecen relaciones íntimas con sus crías y
otros miembros de su especie ya que permanecen en sus grupos para protegerse de
los depredadores. A las ovejas les encanta el contacto físico y que las
acaricien.
Es un animal,
podemos decir, “muy social” con su propia especie. Dada su docilidad, son
animales que pueden ser pastoreados por una persona, cosa que no pasa con otros
animales salvajes o de comportamiento independiente (no gregario).
Indudablemente la
cultura postmoderna de nuestro tiempo está afectando a la mente de los
creyentes (y muchas veces me pregunto si lo son) a tal punto que se hace muy
difícil pastorear, con lo que el concepto del término bíblico conlleva. Alguno
podrá decir que gente rebelde hubo en todos los tiempos de la iglesia
histórica, a lo cual asiento con la cabeza, pero quisiera mencionar lo
peligroso del hombre de este último tiempo descripto en 2da Timoteo 3:2:
…hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores,
desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad.
La cultura
postmoderna de hoy cobra un mayor paralelismo con este texto de la carta a
Timoteo y su influencia cultural nos impregna como el humo de la fogata de un
basural. Muchas personas se acercan a la iglesia con este olor a humo
postmoderno. Muchos pastores esperamos que estas personas abandonen su ropa
cultural para ser vestidos de Cristo, pero lamentablemente terminan impregnando
a otras ovejas que venían caminando en santidad.
El postmodernismo
es un fenómeno cultural y filosófico que no acepta límites, relativiza toda
verdad, y es individualista en esencia. La “oveja postmoderna” no es un animal
gregario, que disfrute la compañía de sus hermanos en Cristo o que sienta
alguna obligación hacia ellos. Visita muchos rebaños pero no se compromete con
ninguno ya que es demasiado inteligente como para someterse a la membresía de
una iglesia. Otros, en cambio, se quieren unir a un membresía eclesial para
seguir viviendo su propio individualismo. Si un pastor les da una exhortación
bíblica se ponen en guardia diciendo: “estás invadiendo mi espacio personal“.
No importa el consejo que reciban, ellos siempre tendrán mejores ideas y
justificaciones. A la hora de causar un problema entre las ovejas preferirán
sacrificar el rebaño antes que su propio orgullo. Ni hablar de empezar y
terminar un discipulado o instrucción seria de la Palabra por parte de un
pastor u otra persona idónea. En definitiva, una oveja postmoderna no es
pastoreable.
¿Será un creyente
nos preguntamos? Si bien los pastores y las iglesias no tenemos acceso al Libro
de la Vidapara decir si es o no creyente, no obstante la iglesia local debe
confirmar o negar su testimonio cristiano. Sabemos que el método que Cristo dio
a su iglesia para identificar las ovejas no es poner a los creyentes de un lado
y a los no creyentes de otro, algo así como: Tu sí, tu no, tu sí, tu no.
Primeramente es el bautismo en agua aquel testimonio por el cuál el creyente se
identifica con Cristo de manera pública, y es la Cena del Señor la confirmación
continua que la iglesia da al mundo de que esta es una oveja del Señor.
Si una persona
dice haber nacido de nuevo (antes de bautizarla o de añadirla a la membresía y
que participe de la Cena) debemos evaluar si es pastoreable, ¿es acaso este un
requisito extrabíblico? No por el contrario es muy bíblico. La oveja
postmoderna es una oveja descarriada, pero la oveja bíblica es una que se
sujeta a Cristo.
1Pe 2:25 Porque
vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habéis vuelto al Pastor y
Obispo de vuestras almas.
Las ovejas
descarriadas no niegan al Pastor tácitamente, pero no aman su rebaño. No dicen:
“no soy de sus ovejas” pero tampoco quieren identificarse con ningún redil o
estar al cuidado del consejo de un pastor humano. Estas ovejas postmodernas
prefieren seguir al hombre como un macho alfa (igual que los lobos) que los
conduzca a ciertas actividades religiosas pero no mas allá de eso como para
perder su espacio personal.
Es importante
identificar a tiempo este mal en la iglesia, ya que hacen perder mucho tiempo a
los pastores y al rebaño. Incluir dentro de la membresía personas no
pastoreables terminarán dividiendo el ganando y afectando otras ovejas. O el
Señor las cambia (puede ser un proceso que requiere paciencia) o mejor que
sigan su propio camino. La Biblia nos advierte de estas personas conflictivas y
discutidoras:
Desecha al hombre
que cause divisiones, después de la primera y la segunda amonestación, (Tito
3:10)
Una oveja del
Señor puede caer en el lodo, pero tiene la docilidad de ser lavada. Puede
quebrarse pero se deja entablillar la pata. Puede desfallecer pero volverá al
redil para ser alimentada. Puede apartarse un tiempo del rebaño pero su
naturaleza gregaria la traerá de vuelta con los suyos.
Ahora, una oveja
postmoderna no necesita ninguna de estas cosas.
POR ALEJANDRO
DAVID RIFF · 23/01/2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario