La condición del
cristiano.
“Sabemos que todo
aquel que ha nacido de Dios, no práctica el pecado, pues Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”
1Juan 5:18
Dios a través del profeta Oseas protesta contra Israel pues
a causa de no tener el conocimiento correcto fueron destruidos y lo más triste
es que no fue porque no tuvieran acceso al conocimiento sino por el contrario
fue porque lo desecharon Oseas 4:6.
El apóstol Pedro nos advierte de no caer en este error y nos
apunta en la dirección correcta al decirnos que aunque ahora a causa de la obra
del diablo y el pecado todo se ve oscuro ¡no desechen el conocimiento!
“Tenemos también la
palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero
de la mañana salga en vuestros corazones;” 2 Pedro 1:19
El texto de 1 Juan 5:18-21 nos encara con la realidad y
contrario al padre de mentira que se ha esforzado para que el pueblo de Dios
desestime el conocimiento. Siguiendo fabulas y a hombres antes de lo que enseña
la bendita palabra de Dios.
¡El cristiano es alguien en quien tiene que haber
conocimiento bíblico!
“El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová; Los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza.” En Proverbios 1:7
¡Y Despreciar el conocimiento de Dios es de insensatos!
Juan da por un hecho que el cristiano “sabe” y lo repite
tres veces para que no quede dudas el cristiano debe de conocer lo concerniente
a la vida eterna y aunque se puede caer en el error de pensar, cuando hablamos
de vida eterna es hacia el futuro cuando la realidad es que la vida eterna es
desde que aceptamos a Jesús como nuestro único y suficiente salvador. Juan dice
“ahora somos hijos de Dios” 1 Juan 3:2
Que supone el apóstol Juan que el creyente de todo tiempo
sabe…
Sabe que es un hijo de Dios que anda en santidad y Jesús lo guarda del mal y aunque el diablo
es real el cristiano al ya no estar bajo el poder del pecado el diablo no tiene
poder sobre él aunque lo va a intentar.
“Sabemos que todo
aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” 1Juan 5:18
A - ¿Quién es el que
ha nacido de Dios?
Cuando por fe aceptamos a Cristo como nuestro único y
suficiente salvador.
“pues todos sois hijos
de Dios por la fe en Cristo Jesús” Gálatas 3:26
No es un nacimiento físico, sino espiritual.
“Más a todos los que
le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:12
Todavía no se ha manifestado en su totalidad la nueva
naturaleza es cuando nuestros cuerpos sean transformados, pero ya hoy y desde
el momento que lo recibimos como Señor y Salvador ¡nacimos como hijos de Dios!
“Amados, ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es.”
Juan 1 Juan 3:2
El apóstol pedro dice en cuanto a nuestra naturaleza al
haber sido engendrado por Dios participante de la naturaleza divina.
“Como todas las cosas
que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por
medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de
la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” 2 Pedro 1: 3-4
Pablo dice que en Cristo “en Él” las promesas de Dios son
una realidad en el creyente
“Porque todas las
promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la
gloria de Dios.” 2 Corintios 1: 20
B - El que es nacido
de Dios no continúa en el pecado. Esto no se refiere a que un hijo de Dios
nunca peca, sino, que no practica el pecado.
Un hijo de Dios
aunque renovado en su hombre interior en la carne no ha sido renovado y pueda
sentirse atraído hacia alguna debilidad, no es esclavo del pecado ya no lo
gobierna puede sentir la atracción pero no está bajo el poder del pecado en la
medida que se santifique “se aparte del pecado y busque la voluntad de Dios
para su vida bajo la guía y poder del Espíritu Santo , Dios le guardara en
Cristo.
Vamos a ilustrarlo de
la siguiente manera:
I – La posición del cristiano.
II – La condición del cristiano.
En el momento en que aceptamos el don de la salvación por
medio de la fe en cristo Jesús, nuestro viejo hombre fue crucificado con cristo
y así como el resucito nosotros resucitamos en novedad de vida 2 Corintios 5:17
dice que somos nuevas criaturas andamos en novedad de vida porque el viejo
hombre ya fue crucificado “tiempo pasado”
I – La posición del
cristiano.
Nuestra posición en Cristo no es algo deba de alcanzar el
creyente, porque Cristo ya lo hizo el cristiano no debe de pensar que es algo
no realizado por los impulsos que siente hacia pecar debemos entender que hemos
sido vivificados en el espíritu… pero, continuamos en este cuerpo no regenerado
y mientras así sea la carne querrá pecar Efesios 4:22 entonces:
A – Nuestro viejo hombre ya fue crucificado. Tiempo pasado, ya fue realizado en Cristo… no
es mérito nuestro ni tampoco podíamos porque estábamos muertos en delitos y
pecados
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a
fin de que no sirvamos más al pecado.” Romanos 6:6
“Y él os dio vida a
vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2:1
B – en el momento del nuevo nacimiento fuimos
despojados del viejo hombre que fue crucificado en Cristo y fuimos revestidos del nuevo “en Cristo” al
ser un proceso “se va renovando”
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del
viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la
imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” Colosenses 3:9-10
C – La escritura nos insta a que por la fe vivamos lo que
por medio del sacrificio de Cristo ¡ya recibimos!
“porque todos los que
habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” Gálatas
3:27
II – La condición del
cristiano.
El creyente debe apropiarse de lo que cristo hizo ya en la
cruz y que el apóstol Pablo nos recuerda que el pecado ya no se puede
enseñorear de nosotros porque el viejo hombre ya fue crucificado y al ser
engendrados en Dios y participantes de la naturaleza divina ¡No en cuanto a la
deidad! sino, en cuanto a su carácter santidad, justicia:
“Más el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23
A - Como consecuencia
de la muerte expiatoria, la adopción y siendo participes de la naturaleza
divina por la fe el pecado ya no se enseñoreara de nosotros Romanos 6:14 esto
quiere decir que el pecado no tendrá más poder sobre nosotros, que el que
nosotros le permitamos pues no somos esclavos del pecado, sino, de la justicia
romanos 6:17-18
Primero adquirimos el conocimiento luego nos apropiamos de
lo que el conocimiento nos revela de ahí las palabras del apóstol Pablo:
“En cuanto a la pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
Efe 4:22-24
B – Nuestra condición
como cristiano hace más de dos mil años
que Cristo la pago; ahora nosotros lo que debemos es apropiarnos de lo que ya
Cristo hizo por nosotros por la fe, pero no en nuestras fuerzas, sino en los
méritos de Cristo pero debemos tomar una decisión si servimos al pecado o
servimos a Dios en Cristo
“sino vestíos del
Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” Romanos 13:14
El apóstol Pedro nos aclara que somos participantes de la
naturaleza divina
“por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,
para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina” 2
Pedro 1:4a
C - Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
Como hijos, Dios nos guarda en la medida que nos guardemos para su Él.
Lo que Dios hizo en nosotros internamente en Cristo y lo que
nosotros hagamos bajo la dirección y poder del Espíritu Santo ya el diablo no
va a tener poder sobre nosotros pues somos simiente santa
“No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del mal”. Juan 17:15
Conclusión:
El nuevo nacimiento no es solo un acontecimiento estático cuyo
fin es el de introducirnos a la familia de Dios.
Además de este acontecimiento antes mencionado y de gran
relevancia adquirimos el estatus de hijos de Dios no en deidad pero si en
naturaleza, por lo cual en sí mismo denota un proceso gradual entendiendo el
concepto de posición y experiencia en Cristo.
Nuestra posición: es de hijos de Dios en Cristo somos
preservados del mal y de las consecuencias del mal al habérsenos imputado las
justicias de cristo.
Naturaleza que todavía no se ha manifestado a plenitud pues
al día solo hemos sido regenerados en nuestro hombre interior, pero sabemos que
cuando Cristo regrese por nosotros seremos transformados y seremos como él.
Nuestra experiencia: mientras permanezcamos en este cuerpo y
aunque el diablo no nos puede tocar, hay una realidad a causa de la debilidad
de nuestro cuerpo “aun no regenerado” nuestra naturaleza adámica como el diablo
intentaran frustrar la obra de Dios en nosotros y solo pasara lo que nosotros
permitamos pues el Espíritu Santo que mora en nosotros nos capacita en la
medida en que se lo permitamos Pablo lo dice de esta manera:
“Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí. Gálatas 2:20
De ahí la importancia de la santidad en la vida del creyente
para reflejar la verdad en su interior si apelamos a las palabras del Señor
cuando dijo:
“No es buen árbol el que da malos frutos, ni
árbol malo el que da buen fruto.”
Mateo 7:15
¿Estamos dando frutos
de arrepentimiento? O continuamos cediendo terreno a nuestro “viejo hombre”
Si este mensaje ha sido de bendición para tu vida, te invito a compartirlo, también me gustaría saber de usted y tener el privilegio de orar por ti..
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