viernes, 27 de abril de 2018

Nuestra relación con Dios y nuestra familia.






Introducción:

Mc 3,20  Entonces llegó a casa; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer. 21  Se enteraron sus parientes y fueron a llevárselo porque decían que había perdido el juicio.
Este pasaje es propio de Marcos.
V. 20. Llegaron “a casa.” Esta, probablemente, es la casa de Pedro en Cafarnaúm (Mc 2,1). Otros autores piensan que se refiere a Nazaret. Su presencia se divulgó en la ciudad, y la afluencia de gente fue tan numerosa y continua, que no les dejaba tiempo para atender a la comida, dice con gran realismo primitivo el evangelista. El rumor de su presencia y de este movimiento llegó a los suyos.
Versículo 21:
a) La expresión “los suyos” (o παρ’ αυτού, lit: al lado de él) puede interpretarse de sus “partidarios” o de sus parientes. Esta es la interpretación ordinaria, y que es la que exige el texto en el v.31. Pues, según el v.20, “los suyos”, al oír estas noticias, “salieron” de Nazaret, donde residían (Mc 6,1-4; Mat 13,54-57), sus parientes: por lo que en el v.31 se dice que “vinieron su madre y sus hermanos.”
b) “Porque decían que había perdido el juicio“, el texto admite una doble interpretación: o lo decían sus parientes, o se decía, como un rumor que sus parientes recogen. Esta interpretación es la más lógica. Estando los familiares en Nazaret, les llega el rumor de estos acontecimientos. Por eso, “porque decían” esto de El, es por lo que vienen a Cafarnaúm. El uso de la tercera persona del plural, como indeterminado (anónimo), es usado con frecuencia por Marcos.
c) Lo que se decía de El literalmente es que “está fuera de sí” (εζεστη). Este verbo usado aquí significa en otros pasajes de Mc el estar fuera de sí por admiración, sorpresa o entusiasmo ante algo (Mc 2,12; Mc 5,42; Mc 6,51). Por eso, de esta palabra no se sigue solamentte que lo tuviesen por “loco,” como traduce la Vulgata: “in furorem versus”. Unido este versículo sin duda íntimamente al anterior, se ve el valor de esta palabra en su propio contexto. La actividad apostólica de Cristo y su celo por enseñar a las gentes, que se agolpaban ante El, y por hacerles favores, no les dejaba ni tiempo para “comer.” Se diría, al modo humano, que era un exceso de apostolado; pero ésta era su misión (Jn 4,31-34).
d) Sus familiares vienen para influir en El y forzarle a venir con ellos, literalmente, vienen para “apoderarse de El” (χρατησαι αυτόν: agarrarle firmemente). Pero el verbo usado admite varios sentidos, máxime exigido éste por el contexto. Las noticias de su enorme actividad y también la doctrina que exponía, como sucedió en otras ocasiones (Jn 10,19-21), exagerada y deformada por el rumor popular, llega insistentemente a oídos de los suyos que, temiendo por su salud, van a Cafarnaúm (Mc 2,1) para forzarle a venir con ellos a tomar algún descanso (Mc 6,30).
El rumor popular, deformado, consistiría en que aquella actividad desbordante de Jesús era consecuencia de sus delirios y falta de cordura. Treinta años de vida oculta, sin estudio con rabinos, y de repente comenzar su obra de predicación y de milagros, no dejaba de ser sorprendente, más aún para sus parientes, desconocedores del misterio de su divinidad. No era profeta en su patria, “ni en su casa” (Mt 13,57). Por eso podían haber venido a buscarle, por piedad familiar, para llevarle con ellos. Sus familiares, excepto María, habrían podido creer esto.

En efecto, el conocimiento María  tenía de El excluye esto en ella. Su presencia se justifica bien. Una madre está del lado de su hijo ante cualquier rumor. El que haya ido con estos familiares no quiere decir que compartiese sus sentimientos. Sabe que hay algo misterioso en todo ello. De hecho, cuando llegan, Jesús  ni se defiende, ni los reprocha, ni plantea tal problema, como se defendió de esta acusación ante los fariseos (Jn 8,48-49). Una reacción parecida tiene San Pablo cuando afirma “estar loco” de amor de Dios: “Porque si estamos fuera de nosotros (εξέστημεν) es por Dios” (2Co 5,13).

I -  La Familia de Jesús
En este caso vamos a centrarnos en su relación familiar
Mc 3,20  Entonces llegó a casa; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer. 21  Se enteraron sus parientes y fueron a llevárselo porque decían que había perdido el juicio.

A – Era su Familia
La expresión “los suyos” (o παρ’ αυτού, lit: al lado de él) puede interpretarse de sus “partidarios” o de sus parientes. Esta es la interpretación ordinaria, y que es la que exige el texto en el v.31. Pues, según el v.20, “los suyos”, al oír estas noticias, “salieron” de Nazaret, donde residían (Mc 6,1-4; Mat 13,54-57), sus parientes: por lo que en el v.31 se dice que “vinieron su madre y sus hermanos.”
1 - los hermanos de Jesús no creyeron en él durante su ministerio terrenal.
Juan 7:1 - 9  Aún sus hermanos no creían en él"

2 – María a  por causa de ser su madre de alguna manera le impedía ver claro el panorama y misión de su hijo.
Lucas 2:34 - 35  Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos
Lucas 2:48 -50 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
Juan 2:4  Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
 
B – El Señor aprovechó este incidente para hacer una definición de la nueva familia espiritual. ¿Quiénes forman esta nueva familia espiritual?
El Señor hizo esta declaración "mirando? alrededor" y viendo en sus discípulos a los hombres y mujeres, que pese a sus limitaciones, se sometían a la voluntad de Dios, en tanto que su familia se quedaba afuera. Así pues, el requisito para formar parte de su familia espiritual es hacer la voluntad de Dios.
 
C - A raíz de lo sucedido en la crucifixión y resurrección de nuestro Señor.
Su  familia entendió que con quien ellos habían convivido era más que su hijo o hermano, porque aunque había una naturaleza innegable natural, también era innegable que tenía una Espiritual y en su caso particular eterna, divina. Hechos 1:14


II - Los pasajes de Marcos 3:21; 31-35 nos dan una luz de cual debe de ser nuestra actitud.

1 - Pues debemos tener muy presente que hay una realidad vivencial con nuestros familiares. Ellos son los que “Humanamente nos pueden conocer”.
En muchos casos nos conocieron antes de venir a la fe en Cristo, y si aun en la fe ellos pude ser que  no han visto “lo que dicen de nosotros”…. ¿Quienes?:

A – La Biblia.
La palabra de Dios nos da una posición y afinidad dentro de la familia de Dios pero también una responsabilidad en cuanto a nuestra fe.
Debemos entender que la familia (padre, madre, hermanos, cónyuge, hijos, etc.) son muy importantes y “ocupaban” el primer lugar, pero Dios hoy nos demanda este lugar, y nosotros a través del amor debemos hacer entender a nuestra familia de esta realidad
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
1 Corintios 5:17
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1Corintios 6:20

Hemos sido redimidos “comprados”
 Los beneficios de la redención incluyen:
La vida eterna (Apocalipsis 5:9-10)
El perdón de los pecados (Efesios 1:7)
La justificación (Romanos 5:17)
Libertad de la maldición de la ley (Gálatas 3:13)
Adopción dentro de la familia de Dios (Gálatas 4:5)
Liberación de la esclavitud del pecado (Tito 2:141 Pedro 1:14-18)
Paz con Dios (Colosenses 1:18-20), y la morada permanente del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20).
Entonces, ser redimido es ser perdonado, santificado, justificado, bendecido, liberado, adoptado y reconciliado.

B – La Iglesia.
Gracias a la misericordia de Dios, Dios nos permite ser parte de la familia de Dios y aceptamos el propósito de Dios para nuestras vidas y es a través de nuestro servicio que se podrá hablar favorablemente en cuanto a nuestra fe… pero esto talves nuestra familia no tiene conocimiento.
Lucas 7:4; Hebreos 11 Los héroes de la fe; Hechos 6:3-5.


C – Los de afuera.
Nuestras vidas son cartas abiertas aun mas para los cristianos es importante cuidar nuestro testimonio ya que este podrá servir para atraer a otros al evangelio o por el contrario ser un estorbo
1Timoteo 3:7; 5:10; Mateo 5:13-16; Hechos 5:12-13 
  
2 – Nuestros familiares tienen que confrontar quienes ellos consideran que somos, contra lo que “dicen” que realmente somos.
Ellos tienen y valoran los recuerdos  de nuestra niñez, adolescencia… o en la etapa de nuestra vida en que nos encontremos hoy.
¿Pero?... ¡¿Qué tiene que suceder?! Para que ya no lo vean así, limitados a un círculo familiar consanguíneo y de afinidad cerrados.

A – Sucederá cuando nosotros mismos nos identifiquemos con la familia de Dios.
En Marcos 3:34-35 Jesús aprovecha la oportunidad para identificarse y darle la importancia a las cosas espirituales, Dios no nos está pidiendo que abandonemos a nuestra familia pero si espera que le demos el lugar que le corresponde.
-       No es el primer lugar que le corresponde a Dios
-       Teniendo Dios el primer lugar… entonces la familia de Dios tiene el primer lugar
-       Y ¿Quiénes son  la Familia de Dios?
Los que hacen la voluntad de Dios, aunque allí se pueden encontrar parte de nuestra familia consanguínea, no por eso van a ser mas.
B – Cuando nuestros familiares nos identifiquen con la familia de Dios.
Nuestra familia tiene que ver en nosotros no solo nuestra realidad carnal, sino que también debe asomarse en nosotros esta nueva realidad espiritual.
C – cuando demos evidencia de que realmente somos de la familia de Dios.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23 
No es lo que “nosotros” digamos o aparentamos, Dios anda buscando adoradores verdaderos y esto no se basa en las apariencias es un asunto espiritual Juan 4:24

Conclusión:
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”. 1 Timoteo 5:8 

Lo anterior no debe dar lugar a abandonar a nuestra familia, pues estaríamos negando la fe.
Tendremos que tener cuidado de no aislarnos de nuestros familiares, especialmente cuando ellos no conocen a Dios, ni tampoco usar este pasaje como pretexto para no pasar tiempo con la familia.
Nuestro primer “campo Blanco” es nuestro hogar de hecho 1 tesalonicenses 4:13 no consuela en cuanto a nuestra familia.

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